lunes, 27 de julio de 2020

Esperanza.


SALMO DE LA ESPERA
 Señor, en este momento
por el que estamos pasando,
momento de crisis, momento de confusión y desesperación, 
todos estamos esperando que Tú actúes
porque sólo Tú Señor tienes el poder para acabar con el mal
que se enseñorea por tu creación.
Nada ni nadie está por encima de Ti,
Señor de la vida, Señor de la paz,
Señor del amor, Señor de la bondad,
Señor de la misericordia; en fin, Señor de Señores, 
Rey de reyes a Ti, el poder y la Gloria por siempre.

Yo confío en Ti, Señor.
Confío en tu palabra
que dice que la hierba mala irá al fuego,
pero esta naturaleza humana
me hace preguntarte:
¿Hasta cuándo, Señor, permitirás que esta pandemia 
cause estragos? Enséñame a esperar confiado, Señor. 
Concédeme la gracia de aceptar y esperar 
tu santísima voluntad, tu infinita sabiduría; 
pues siempre quiero que todo sea ya, 
que sea como yo quiero y sé que no es así 
porque Tú siempre actúas en el momento adecuado, 
en  el momento propicio, en el momento preciso; 
ni un día antes ni un día después, por eso esperare en Ti, 
Señor, que todo lo puede.

En Ti, en tus benditas y poderosas manos
pongo mi vida y la de mis seres queridos, 
pongo mis bienes; todo es tuyo, Tú me lo diste. 
Confío que harás brillar sobre mí y mi familia  tu justicia. 
Que tu Santo Espíritu me conceda el don de la paciencia 
para saber esperar, pues quien espera en ti, Señor, 
no será defraudado. Tú sostienes los brazos cansados 
del que en ti espera. Somos muchos los que levantamos esos brazos 
para rogarte que termines con esta pandemia. 
Escucha nuestras suplicas, Señor Todopoderoso y Eterno.
Aquí esperaré confiado a que despaches favorablemente mi ruego.       

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