MI
AMIGO, MI HERMANO
Mi amigo y yo, Señor,
Siempre hablamos de ti
y te glorificamos,
te damos gracias, Señor,
porque en nuestras charlas
nos damos cuenta
que hemos recibido de ti,
para nosotros
y nuestras familias
muchísimas bendiciones.
Gracias a ti, Señor,
mi amigo es más que un amigo
es mi hermano. Señor.
Amén
LA MIRADA
Quiero tener una mirada limpia, Señor
y para ello necesito
que Tú limpies mis ojos
como hiciste con el ciego
de nacimiento y así poder
salir de mi ceguera
y ver tu luz.
Ver tu rostro, Señor,
en todo aquel
a quien yo mire.
Ver desde el corazón;
por eso te pido, Señor,
que mi mirada
sea tan limpia, clara
y diáfana
que con ella te pueda reconocer
a ti, Jesús, en el hermano
que golpea la puerta de mi casa
para pedir un mendrugo de pan
y en el hermano que cruza
mi camino día a día.
Amén.
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