Nuestra Señora del Pilar (Zaragoza - España)
La Virgen del Pilar es una advocación mariana de la Iglesia católica, cuya imagen tiene su principal centro de culto en la Catedral Basílica del Pilar de Zaragoza (España).
La leyenda sobre sus orígenes se remonta al año 40, cuando, de acuerdo con la tradición cristiana, el 2 de enero la Virgen María se apareció a Santiago Apóstol en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —antes de su Asunción— y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe a orillas del Ebro. Este testimonio es recogido por un manuscrito de 1297 de los Moralia, sive Expositio in Job, de Gregorio Magno, que se custodia en el Archivo del Pilar. La devoción mariana comenzó en los albores del siglo XIII, cuando comenzaron las primeras peregrinaciones a Santa María la Mayor.
Nuestra Señora de Zapopan (Guadalajara-México)
La historia de Nuestra Señora de Zapopan comienza cuando los Franciscanos tienen que enfrentarse a más de seis mil indígenas que no quieren renunciar a Xopizintli (su Dios), Fray Antonio de Segovia se enfrenta y sube al cerro del Mixtón sólo acompañado de la Zapopana. Al llegar donde los nativos se encontraban, un haz de luz sale de la virgen y los ancestros se rinden ante ella, Fray Antonio les da la imagen, y en su honor se realiza su iglesia en Zapopan que significa lugar entre zapote y villa del maíz.
Su primer título fue como pacificadora, protectora contra los rayos, las tempestades y la epidemia, ya que Guadalajara sufría en ese tiempo de la peste e inundaciones. El cardenal ordena llevarla a catedral y las tempestades cesan.
Añadió que se coronó como Reina del Lago en 2009 por el milagro que les concedió a todos los chapalanses, el lago se encontraba casi seco. La virgen vino a Chapala por primera vez en Diciembre de 1955.
La virgen “original” se encuentra en la basílica de Nuestra Señora de Zapopan y no sale más que dos veces por año, una a catedral y otra a dar un paseo por el atrio de su iglesia. Existen cuatro réplicas, tres de ellas talladas en madera y una de marfil y esas son las llamadas peregrinas.
Cuando la virgen sale de la catedral de Guadalajara se reúnen aproximadamente tres millones de personas, las cuales aguardan por la noche para poder alcanzar a ver a Nuestra Señora de la Expectación de Zapopan, como también se le conoce. En el año 2004 la asistencia fue aproximada de cinco millones de personas. Una de las peregrinas visita los templos de Guadalajara. A partir del 18 de mayo hasta la Romería el 12 de Octubre.
Nuestra Señora de la Fe (Bélgica)
No muy lejos de la pequeña ciudad de Dinant, en el país de Lieja, cerca de un hogar perteneciente al señor de Celles, dos magníficos robles crecieron. Uno de los dos viejos árboles venerables fue derribado en el año 1609 para utilizar la madera. El trabajador que inspeccionó el árbol encontró en el interior una pequeña estatua de la Madre de Dios, entronizada, por así decirlo, con tres barras de hierro que servían de un enrejado. Al parecer, en algún momento en el pasado distante, algún alma piadosa cristiana había colocado la santa imagen en un hueco de la madera de roble, como si fuera un nicho. Luego, durante un período de tiempo, la apertura del árbol se fué cerrando gradualmente, y a medida que crecía, el árbol se escondió en su seno la figura preciosa.
En honor a la Virgen, la estatua fue exhibida posteriormente en el otro roble, una vez más detrás de una reja de hierro, por orden del Barón de Celles. En este nuevo santuario de la Madre de Dios fue honrada con el título de Nuestra Señora de la fe. Los que pasaban por ahí no dejaron de venerar la estatua; y hubo muchas curaciones inesperadas. Gracias de todo tipo se multiplicaron, y pronto los peregrinos comenzaron a reunirse a la zona debido a los milagros deslumbrantes.
Un sacerdote de la Compañía de Jesús había sido enviado recientemente a Gravelines. Él trabajó con diligencia para cultivar las almas, como sobre una vid fecunda, y por sus sermones excitados los pueblos de la región tomaron un mayor amor por la Madre de Dios. Al ver que esta devoción había echado raíces, se reunió con el magistrado local para discutir cómo mantener y aumentar la piedad del pueblo. Se decidió que debían hacer réplicas de la estatua de Nuestra Señora de la Fe, hechas de la madera de la primera encina. Cuando se completó la primera, se observó que la imagen tenía un gran parecido con el original.
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