-La oración es
una comunicación amorosa, un diálogo amoroso entre Dios y el hombre.
-La vida
entera se convierte en un diálogo con Dios, o sea, en oración.
-El amor
se expresa en palabras, esto es la oración: saber que estoy enamorado de Dios;
por ello, a medida que la fe es más
intensa, necesita más de la oración.
-A más fe, más
oración; a más oración: más fe.
-La
oración no es evasión, es comprometerse.
-Es una
necesidad diaria. Ser creyente es encontrarse ya en trance de
oración.
-El tema
de la oración no es algo secundario. Es vital para el cristiano. QUIEN NO HACE ORACIÓN NO ES CREYENTE.
-¡Ojo! Cuando no tenemos necesidad de orar, malo: o va mal
nuestra fe o confiamos demasiado en nuestras propias fuerzas.
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