Esta es la fe: levántate, sal. Ya se te dirá. Ya
te guiarán. PONTE EN CAMINO, fiado sólo en la Palabra de Dios como lo hizo
Abraham nuestro padre en la fe. La llamada de la fe no es una vez para SIEMPRE:
ES CADA DÍA. Porque la fe es probada una y otra vez. Cada mañana una sorpresa;
cada amanecer un desafió. "Creo, Señor, pero aumenta mi fe.
Estamos hablando, pues, de la fe religiosa. Hay una fe
humana: confiar en mi fuerza, conocimientos, etc.; confiar en el otro, etc.
Aquí no. Aquí estamos hablando de confiar en Dios, que me ama: "Aquel que
me da fuerzas" Filipenses. 4,13. Cuando se vive esta fe, el hombre es un
ser nuevo, hay en él claridad,
posibilidad de crecer como el árbol sembrado en una tierra con riego, con agua. En
consecuencia, no hablamos de algo raro; la fe como Don de Dios se da en muchas
vidas y puede crecer. Y este es un buen momento para decirle a Dios:
"Señor: auméntanos la fe".
Hoy aférrate a la FE… Que ella sea tu tranquilidad, que te
llene de paz, que te llene de esperanza y te lleve por el mejor camino; que
ella sea la que te acompañe cuando las fuerzas disminuyan, cuando la angustia
te mal aconseje, cuando el desespero te haga perder la paz. La fe es tener a
Dios MUY presente en tu vida, saber que Sus planes son inmensamente mejores que
los tuyos y que debes tener paciencia y esperar. En esos momentos utiliza la
mejor arma posible… La ORACIÓN y porque no, que sea una oración de
agradecimiento por las bendiciones que están por venir. Así que aférrate a tu
FE, aférrate a esa Mano de Dios que consuela, que salva, que te ama
profundamente. No te canses, sigue luchando, pero esta vez con DIOS. Recuerda
que siempre estamos en proceso de cambio y que la fe se fortalece en momentos
difíciles. Permite a Dios llenar tu corazón de AMOR. Que cuando salgamos de
este periodo, nuestra fe se haya fortalecido y logremos ser luz para los que
amamos. AMA, ORA Y LLÉNATE DE FE.
Ahora complementa el contenido de este texto con el siguiente
video.
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