lunes, 31 de agosto de 2020

Texto para reflexionar.

 Qué tan Grande es el Amor de Dios? - Bosquejo Juan 3:16 - El Punto Cristiano

LA NARANJA

Me estaba preparando para dar una conferencia y decidí llevar una naranja al escenario como una proposición para mi clase… 
Abrí una conversación con un joven brillante que estaba sentado en la primera fila, y le dije: 
– Si yo exprimiera esta naranja tan fuerte como pueda, ¿qué podría salir? 
Él me miró como si estuviera un poco loco y dijo: 
– Jugo, ¡por supuesto! 
– ¿Crees que jugo de manzana podría salir de ella? 
– ¡No! (él se reía). 
– ¿Y jugo de toronja? 
– ¡Tampoco! 
– ¿Qué saldría de ella? 
– Jugo de naranja, obviamente. 
– ¿Por qué?, ¿por qué cuando exprimo una naranja sale jugo de naranja? 
– Pues bien, es una naranja y eso es lo que hay dentro. 

Asentí con la cabeza y le dije: 
– Cierto. Vamos a suponer que ésta naranja no es una naranja, sino que eres tú y alguien te aprieta, pone presión sobre ti y te dice algo que a ti no te gusta; te ofende y fuera de ti sale ira, odio, amargura, miedo. ¿Por qué sale ésto? 

La respuesta que dio el joven fue: 
– Porque éso es lo que hay dentro. 

Ésta una de las grandes lecciones de la vida: ¿Qué sale de tí cuando la vida te aprieta, cuando alguien te produce dolor o te ofende? Si la ira, el dolor y el miedo salen de tí, es porque eso es lo que hay dentro. 

No importa quién hace la contracción, si es tu madre, tu hermano, tus hijos, tu jefe, etc… Si alguien dice algo acerca de ti que no te gusta, lo que sale de ti es lo que hay dentro; y lo que está dentro sólo depende de ti, ¡es tu elección! Cuando alguien te presiona y sale amor, es porque eso es lo que has permitido que esté en tu interior. 

Hoy hay una naranja para ti y para mí. Ahora, nos toca reflexionar qué hay dentro de tí y de mí, porque “de la abundancia del corazón habla la boca” [Mat 15:18]. 

A Jesús si que lo “exprimieron” y sólo salió de él, perdón, sangre de amor y misericordia por nosotros. Nos dio vivo ejemplo de que, aunque lo insultaron, lo laceraron, lo humillaron y lo trataron peor que a un criminal, ¡de Él sólo salió amor! 

Tratemos de llenarnos de ese AMOR gratuito y vivamos cada día siguiendo su ejemplo… Feliz día

domingo, 30 de agosto de 2020

Domingo. Día del Señor

 

Tomado de Iglesia en Aragón: Raúl Romero López

DEL SANTO EVANGELIO
según san Mateo (16,21-27)

En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: “¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.» Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.» Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.»

REFLEXIÓN

El seguimiento, es muy importante en todos los evangelios. Se trata de abandonar cualquier otra manera de relacionarse con Dios y con los demás, y entrar en la dinámica espiritual que Jesús manifiesta en su vida. Es identificarse con Jesús en su entrega total a los demás, sin buscar para sí nada que pueda oler a poder o gloria. Es hacer un viaje fantástico del yo al Tú; de mi “yo” al “Tú” de Jesús.

1.– Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo.

Y Pedro recibe de Jesús las palabras más duras, las que no dirigió nunca ni a sus enemigos. ¿Por qué? Este texto hay que relacionarlo con las tentaciones de Jesús. Todas comienzan de la misma manera: “Si eres Hijo de Dios…” Si eres hijo de Papá-Dios, ¿Por qué no conviertes las piedras en pan? ¿Por qué no te tiras del alero del Templo? ¿Por qué te empeñas en vivir “como hombre” y no vives como Dios? Es una tentación que persiguió a Jesús a lo largo de su vida. En realidad, Jesús nos hubiera salvado lo mismo “muriendo tranquilamente en su cama”. ¿Por qué tuvo que morir en la Cruz? Y ahí nos perdemos. Solamente nos queda el “abismarnos en un Misterio de Amor”. “Nadie ama más al amigo que el que da la vida por Él” (Juan 15,13).

2.- “El que quiera venirse conmigo, que cargue con su cruz y me siga”. 

Al pie de la letra, cargar con la cruz significaba iniciar un recorrido llevando el palo trasversal hasta llegar al final donde estaba ya hincado en tierra el palo vertical. Y todo este recorrido hecho con desprecios, mofas, insultos, vejaciones. Eso significaba seguir a Jesús. Más tarde el evangelista Lucas lo matiza hablando de “la cruz de cada día”. Es decir, aceptar esas astillas de cada día que nos molestan y nos hacen sufrir (Lc. 9,23). Con todo hay que mantener que el evangelio nunca hay que entenderlo en sentido negativo: como negación de lo humano, de disfrutar de los dones creados por Dios. No podemos aceptar una ascesis que consiste en “fastidiarse aquí ‘para merecer la vida eterna allá”. Se trata de saber perder, viviendo como Jesús, abiertos al objetivo último del proyecto humanizador del Padre: saber renunciar a la propia seguridad o ganancia, buscando no solo el propio bien sino también el bien de los demás. Este modo generoso de vivir conduce al ser humano a su plena realización.

3.- Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará.

Es la paradoja de Jesús: perder para ganar. David María Turoldo le gustaba llamar a Jesús: “MI dulce ruina”. Es Jesús quien arruina mi vida mediocre, mi fe barata, mi vida a ras de tierra. Vivir para el yo no sólo nos mantiene en la ignorancia, sino que nos hace infelices: la búsqueda insaciable de gratificaciones no hará sino aumentar la frustración porque –como ya advertía Freud- lo que puede satisfacerse «está llamado a extinguirse en la satisfacción». Una y otra vez, reaparecerá la insatisfacción. Buscamos insaciablemente bienestar, pero ¿no nos estamos deshumanizando siempre un poco más? Queremos “progresar” cada vez más, pero ¿qué progreso es este que nos lleva a abandonar a millones de seres humano en la miseria, el hambre y la desnutrición? ¿Cuántos años podremos disfrutar de nuestro bienestar, cerrando nuestras fronteras a los hambrientos? Los cristianos tenemos una ley: La ley del “grano de trigo que, si no muere, no puede dar fruto” (Juan 12,24).

PREGUNTAS

1.- Me sigo escandalizando de la Cruz del Señor ¿Y todavía sigo sin descubrir el escándalo de su amor?

2.– Cuando Cristo nos invita a llevar la cruz ¿quiere fastidiarnos o quiere llevarnos a la plenitud de lo humano?

3.- ¿He aprendido a perder para ganar? ¿Estoy convencido que el darse los demás es la mejor manera de realizarse uno mismo?

sábado, 29 de agosto de 2020

Sábado Día de la Virgen.





 Nuestra Señora de Clermont, Polonia (1380) 

Según una versión, el cuadro fue enviado originalmente a la emperatriz Santa Pulqueria en Constantinopla.

Por: n/a | Fuente: puntadasmarianas.blogspot.mx 

El Abad Orsini afirma que la Virgen de Clermont se encuentra a diez leguas (quizás 30 millas) de Cracovia, Polonia. En algún momento de la Edad Media había una imagen de la Virgen que se cree ha sido pintada por San Lucas. Según esta versión, el cuadro fue enviado originalmente a la emperatriz Santa Pulqueria, una princesa, que lo colocó en la Iglesia de Nuestra Señora de las guías, en Constantinopla. A partir de ahí fue tomada por León, Duque de Rusia. El Duque de Opolia quería quitarlo de su ducado en el año 1380, pero cuando él había llegado al monte de Clermont, se hizo tan pesada que era imposible llevarlo más lejos y al ver por este milagro que la Virgen había elegido esa montaña para su morada, se construyó una iglesia allí. 

Santa Aelia Pulqueria es responsable de al menos la construcción de tres iglesias de Constantinopla que se dedicaron a la Virgen – la Blachemae, el Chalkoprateia, y el Odighitria. La imagen, que muestra la Virgen y el Niño Dios, se dice que se ha llevado a Constantinopla desde Tierra Santa. Fue venerada en la iglesia del monasterio de la Panagia Odigitria, de la que se dice que se construyó específicamente para albergar el icono y fue considerado como el más importante “objeto de culto en Bizancio.” En el reverso del icono esta una imagen de la crucifixión. La ubicación actual del icono original es ahora desconocida. Hay muchas copias que se han hecho a partir del original y muchas de ellas son milagrosos, pero ninguna se cree sea la original. 

Hoy, Jesús te dice: